Desde el 2003 la familia que está a su cuidado cuenta con un documento del SAG para custodiarla, sin embargo el año pasado se la quisieron quitar.
Desde hace 21 años la monita Kitty vive con la familia de Mario Barraza Araya en Vicuña. En todo este tiempo le han dado los cuidados necesarios, por lo mismo desde el año 2003 cuentan con un documento otorgado por del Servicio Agrícola y Ganadero que respalda el trato de calidad que realizan hacia ella.
Sin embargo el año 2015 el SAG, producto de denuncias de vecinos, quisieron quitársela, según relata don Mario Barraza. “Nosotros tenemos la monita cuando tenía 3 ó 4 meses, me la regalaron en Antofagasta, yo desconocía las leyes, la verdad no sabía que era tan delicado tener una mascota de este tipo en la casa. Lleva más de 21 años viviendo con nosotros, así que se imaginará el cariño que le tenemos, ya no la miramos como mascota, más bien para mí es un hijo” explicó.
Barraza Araya explicó que el primer problema fue en el año 2003, producto de una denuncia, por lo cual el SAG fue a su casa a verificar esta situación. “En aquella oportunidad me la dejaron en custodia hasta que se supiera la procedencia. Luego que demostramos quien me la había regalado, me dejaron quedármela. El 2015 volvieron a denunciar, por lo que nuevamente volvieron el SAG con la intención de quitármela”, relató.
Debido a esto, juntaron firmas de los vecinos, solicitaron la ayuda a autoridades y presentaron el documento del año 2003 otorgado por la institución. Debido a esto el alcalde de Vicuña, Rafael Vera, solicitó a la unidad jurídica del municipio que le prestaran asesoría, lo que afortunadamente resultó positivo para la familia Barraza. “Sin la ayuda del alcalde, de Luciano Zapata (abogado municipio) la Kitty no estaría con nosotros, por lo que estamos inmensamente agradecidos del alcalde, él nos prestó su ayuda 100% desde que escuchó nuestra historia”, sostuvo Natalia Barraza.
Natalia, hija de don Mario Barraza, agregó además que cuando vivieron esos momentos complicados, su padre estuvo con una depresión tremenda. “Ahora nos cambió la vida, estamos tremendamente contentos y felices”, dijo.
Para el alcalde Rafael vera, esta situación se veía muy compleja en un comienzo, pero que afortunadamente se llegó a un final feliz. “Comenzamos apoyándolos y seguimos su caso hasta el final, estamos contentos y emocionados por lo logrado, sabemos lo vivido por ellos, por lo mismo quisimos ayudarlos, por lo que podemos decir que ganamos en bien de la Kitty”, finalizó la autoridad.