La Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) y el Intendente de la región de Coquimbo Claudio Ibáñez anunciaron que se esperan 40 mm para el sector costa, 50 mm para los valles interiores y 45 mm para la precordillera y cordillera.

Avanzan las coordinaciones nacionales, regionales y comunales con el fin de prepararse para el evento climático que afectaría a la región de Coquimbo, cuyos pronósticos indican que las lluvias comenzarían este miércoles en la cordillera de Los Andes, extendiéndose a toda la región durante la madrugada del jueves hasta el viernes 12 de mayo, según reportes del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza), en estos momentos en la región se decretó Alerta Amarilla. Ante esto el alcalde de Vicuña, Rafael Vera, junto al equipo municipal de emergencia está previendo los lugares donde el núcleo frío puede afectar de mayor manera a la comunidad.

La Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) y el Intendente de la región de Coquimbo Claudio Ibáñez anunciaron que se esperan 40 mm para el sector costa, 50 mm para los valles interiores y 45 mm para la precordillera y cordillera.

Antes de ser decretada la Alerta Amarilla, la región se encontraba bajo Alerta Temprana Preventiva. El cambio representa la posibilidad de gestionar recursos de manera más efectiva de nivel central y aminorar los daños que podrían causar las lluvias pronosticadas, las cuales subieron en intensidad de moderadas a fuertes.

Y a esta coordinación  es lo que justamente se refirió el gobernador de la Provincia de Elqui Américo Giovine, “tenemos que estar preparados, prepararse en el hogar, limpiar canaletas, el trabajo con los municipios e irnos preparando a lo que es el monitoreo permanente durante todos estos días para poder conceptuar que a partir de la segunda etapa del día, por la tarde, hayan lluvias en todos los valles de la región de Coquimbo” precisó la autoridad provincial.

La directora de Protección Civil y Emergencia de Vicuña Nélida Lucero se refirió a los sistemas de coordinación para enfrentar estos eventos climáticos, precisando que los protocolos se activan esta noche de miércoles 10 de mayo, “internamente en la comuna están todos los sistemas activados, están los planes actualizados de emergencia y protección civil, en donde se acentúan las comunicaciones con todas las juntas vecinales” destacó la directora.

Agregando que los puntos críticos de la comuna, los que históricamente han generado dificultades son la quebrada de Leiva, quebrada seca que corta la ruta, y también se menciona la quebrada El Culebrón, entre otras, que serán monitoreadas.

Por su parte el alcalde de la comuna Rafael Vera, quien ha participado activamente de los comités de operaciones tanto regionales como comunales que buscan reducir al máximo la incertidumbre de la población comentó su sensación de que la comuna está mejor preparada que el 2015 cuando acontecieron los aluviones que afectaron a la población, viviendas y caminos. “Al estar reunidos con el COE regional nos damos cuenta que efectivamente vamos a tener un frente bastante fuerte, bastante preocupante y la verdad es que se han tomado una gran cantidad de medidas, pero yo quiero decirle a la comunidad no para alarmarla, si para estar prevenida, que aquellas personas que viven en los lechos de los ríos, que viven cerca de las quebradas, que evidentemente tomen medidas” precisó la primera autoridad comunal.

El jefe edilicio se refirió además al trabajo con los entes de la región desde hace un tiempo lo que sin duda ayudará a estar mejor preparados para la emergencia,  “dos años hemos estado trabajando junto a la DGA (Dirección General de Aguas) a la DOH (Dirección de Obras Hidráulicas) y Vialidad en los caminos de nuestra comuna, pero sabemos que  cuando el agua viene en las proporciones que nos están indicando, evidentemente que es mucha, se habla de alrededor de 60 mm que caerían en alrededor de menos de 12 o 14 horas”.

Si bien no es común que los alcaldes de las diversas comunas de la región participen del COE regional, fueron invitados por el Intendente Claudio Ibáñez con el fin de poder prevenir de mejor manera catástrofes producidas por el fenómeno pluvial.